A 7 años del asesinato de Mariano Ferreyra... Los muertos los sigue poniendo la clase trabajadora

Por Martín, del PG 

A siete años del vil y cobarde asesinato de Mariano Ferreyra los muertos los sigue poniendo la clase obrera y el pueblo. Es una realidad que no podemos dejar de asumir y repensar para que deje de ocurrir. Mariano, militante del Partido Obrero y estudiante universitario, fue asesinado por la burocracia sindical cómplice del gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner en el marco de la lucha de los trabajadores del ferrocarril Roca.

Hoy siete años después tenemos una nueva víctima, Santiago Maldonado, un joven que apoyaba el justo reclamo de la comunidad Mapuche por un territorio ocupado por la multinacional Benetton. Esta vez el verdugo no es la burocracia sindical sino la Gendarmería Nacional comandada por la ministra Bullrich y su segundo, el señor Nocetti, ambos bajo la dirección política de presidente Mauricio Macri y su jefe de gabinete Marcos Peña.

La indignación es tal que supera cualquier asco que uno pueda imaginar, el cuerpo de Santiago fue dado por desaparecido y, milagrosamente, aparece en un lugar que había sido rastrillado en tres oportunidades. Está más que claro que el cuerpo fue puesto ahí por alguien que está lavándose las manos o sacándose el peso de una futura traición a un supuesto pacto. Lo cierto es que los muertos los sigue poniendo la clase obrera y el pueblo.

Surge, entonces, a la luz, una linda disyuntiva… ¿Qué hacemos? ¿Se moviliza o no? Los sectores que no vacilamos y que no confiamos en la institucionalidad burguesa salimos a denunciar que el estado es responsable de esta situación. Por su parte la izquierda del FIT, que hegemoniza el Espacio Memoria, Verdad y Justicia, decidió marchar recién 48 horas después de los hechos en la ronda de las Madre de Plaza de Mayo aludiendo a la excusa falsa de que “la familia llama a no movilizar”, cuando en realidad la familia lo que dijo es que ellos no convocan pero no invalidaban a nadie si lo hacia.

Por otro lado una desaparición forzada de una persona en el marco de una manifestación política es un hecho que supera el marco de la familia y ya pasa a ser un tema que afecta a la sociedad en su conjunto y mucho mas si es un militante. Son las organizaciones de DDHHy los Partidos que dicen defenderlos los que deben orientar a la familia y no al revés. De todos modos el NO marchar no surge de la familia sino de la dirección de una izquierda berreta y vacilante que por cobardía política y miserias claras llama a desmovilizar coincidiendo con el mandato de Cristina Kirchner.

¿Cuál era la diferencia de marchar un día y no el otro? Les preocupaba “ganar votos” en lugar de ganar las calles. Quisieron escudarse tras las Madres de Plaza de Mayo pero Nora Cortiñas les advirtió que no utilizaran la foto de Maldonado para hacer su cierre de campaña. Tristísimo papel de cierta izquierda, garantizando la gobernabilidad de los que quieren ajustar a costa del sufrimiento de la clase trabajadora y el pueblo. 

Desde el Partido Guevarista de Argentina y como integrantes del FAS (Frente Anticapitalista y por el Socialismo) junto a organizaciones hermanas, entendemos que la única salida es la movilización popular en torno a este reclamo, para frenar el ajuste y llevar a cabo las transformaciones revolucionarias que necesita nuestro país con un gobierno obrero y popular. 

Para ello es necesario salir a denunciar al gobierno y a las multinacionales pero también a sus cómplices. La lucha por Mariano y por Santiago (y todas las víctimas del capitalismo explotador) no puede estar atada al circo electoral, sabemos, y cada día queda mas claro, que esto no se resuelve en las urnas. Sólo se logrará con la unidad de los revolucionarios, la organización de la clase obrera y del pueblo para la conquista del Poder y la construcción del Socialismo.

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