Dos caminos para enfrentar el ajuste
Por Damián Vekelo, del FAR
Luego del estallido del 18 de diciembre se produjeron dos
acontecimientos que muestran la tendencia real de la lucha de clases: La multitudinaria
movilización por el Aborto Legal y la movilización educativa que puso nuevamente
a los estudiantes universitarios a la vanguardia de la resistencia. La protesta
de los trabajadores de los Astilleros, que hizo retroceder a la policía en La
Plata, fue otra de las expresiones genuinas de este ascenso obrero, popular y
estudiantil, que tiende a profundizarse.
En este contexto, el gobierno de Cambiemos está
negociando
con los gobernadores peronistas y de la UCR un verdadero Pacto de
Gobernabilidad para llegar a 2019, canalizar la bronca a través de las
elecciones y
garantizar la continuidad del ajuste. Este acuerdo entre el PRO, la UCR y
el PJ propone un programa parecido al que hubiese llevado adelante
Scioli,
con retenciones, “precios cuidados”, incremento en los bolsones de
comida,
ciertos controles al dólar y otras políticas al servicio de los
verdaderos
dueños del poder, que son los monopolios imperialistas y las grandes
entidades
financieras.
El Paro
Nacional del 25 de setiembre fue convocado por los
burócratas ligados al Peronismo Federal y Kirchnerista para impulsar la
concreción de este acuerdo y para aliviar la presión obrera, que se
radicalizará en
la medida en que los aumentos se vayan trasladando a las góndolas, como
lo acaba de demostrar la enorme movilización de docentes y
otros sectores en Moreno para repudiar la agresión brutal sufrida por
una
maestra de esa localidad.
El
ataque fascista contra esta compañera, que se puso al
frente de una olla popular luego de la muerte de dos trabajadores de la
educación, pretende amedrentar a quienes - en los hechos - están
construyendo un
“poder” que atenta contra la institucionalidad vigente, incentivando
la unidad entre los/as docentes y el resto de los laburantes de Moreno.
¡La
burguesía tiene terror de que estas experiencias se popularicen, porque
“desbordan” los diques de contención sindicales, construidos
para contener la rebelión de los/as de abajo!
Los
burócratas peronistas quieren abortar, antes que sea
tarde, esta tendencia hacia la “autoorganización”, conteniendo la bronca
con paros aislados y marchas inocuas. La izquierda debe aprovechar las
limitadísimas medidas de lucha convocadas por estos personajes, aunque
sin caer en sus trampas. ¡No hay que ir a sus
actos, sino organizar acciones alternativas en las que se agite la
bandera de una salida independiente de la burguesía, una salida de
carácter Obrero y Socialista!
Existen demasiados antecedentes que corroboran esta
caracterización. Por ejemplo, cuando las movilizaciones del Triunvirato Piquetero
que fueron usadas para lanzar el frente electoral del Papa - denominado En
Marcha - o la enorme concentración en la 9 de Julio donde Moyano llamó a
resolver todo en las “próximas elecciones”, apoyando alguna de las variantes
del peronismo que este burócrata apoya. Esta semana hubo una serie de declaraciones que
muestran la misma tendencia. Por eso, el ex ministro Kiciloff y el monaguillo Grabois hicieron un llamado a
“mantener la paz social” para “ganarle las elecciones” al gobierno.
La
izquierda tiene que decirle - con fuerza y audacia - al movimiento de
masas que no existe ninguna posibilidad de resolver sus demandas
insatisfechas con el gobierno de cualquiera de los partidos de la
patronal, que la única forma de frenar el
ajuste será echando a Macri y a los gobernadores, a través de un Plan de
Lucha construido desde las bases, un Argentinazo votado en las
Asambleas Obreras y Populares y coordinado por un Congreso o Plenario
Nacional de Luchadores y Luchadoras.
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