Aprovechar la convocatoria del Paro Nacional para construir un Plan de Lucha para echar a Macri
Declaración del FAS
En
medio del persistente escándalo de los cuadernos y los allanamientos a las
propiedades de la ex presidente, el senador Pichetto declaró que no le quitarán
los fueros a CFK si el juez Bonadío pide
su detención. Más allá del circo mediático que produjeron los allanamientos,
queda claro que al igual que sucedió con Menem, los senadores no le soltarán
la mano a ninguno de sus pares, aunque sea encontrado culpable y condenado por
el poder judicial. ¡Ahí tenemos la tan mentada “división de poderes” de las
repúblicas burguesas! Esta es una fase más de la sucesión de hechos que
muestran la crisis del régimen y la debilidad que éste tiene para llegar a las
próximas elecciones.
A
medida de que la crisis - económica y política - se profundiza, los partidos
políticos van mostrando la hilacha y dejan ver sus verdaderos intereses. Así
como todo el peronismo y el macrismo cierran filas en forma corporativa,
también el partido impulsado por el Papa (En Marcha) puso en evidencia que no
representa una alternativa: a través de la declaración de Bergoglio sobre la
homosexualidad como “una enfermedad psiquiátrica” y la ausencia de esa
organización en la histórica lucha por el aborto legal.
La
burguesía tiene dos grandes problemas para seguir gobernando. El primero es la
crisis económica que persiste y a la que no le encuentra salida, en un marco en
el cual la sucesión de hechos de corrupción destapados hacen más difícil llegada
de capitales, y que ninguna empresa invertirá en estas condiciones. El segundo,
aunque no menor, es la falta de una alternativa de recambio para 2019 y, sobre
todo, algún dirigente o partido capaz de pilotear semejante crisis. ¡Días atrás
reapareció Eduardo Duhalde y declaró que “estamos al borde del que se vayan
todos”!
Este
contexto hace prácticamente imposible para el gobierno cumplir con las metas
acordadas con el FMI, lo que descarta la posibilidad de nuevos financiamientos.
“Pero la elevada incertidumbre e
inflación que genera la permanente devaluación del peso, termina acelerando la
fuga de capitales con lo que el déficit externo del sector privado se agrava, al
menos en el corto plazo. La consecuencia es una economía en permanente corrida
cambiaria, que no podrá cumplir con las metas de reservas y de inflación pactadas
con el organismo, poniendo en riesgo su última fuente estable de divisas”.[1]
El
otro problema para la clase dominante, el mayor de todos, es la creciente
radicalización del movimiento de masas. Las ejemplares luchas de los
trabajadores de Astilleros y de la línea 60 constituyen pasos continuidad -
dentro del movimiento obrero - que van en el sentido de las jornadas de
Diciembre y la lucha por el aborto, producidos por las mismas condiciones
objetivas que impulsan a sectores cada día más grandes de la clase obrera y el
pueblo a ganar las calles. Sólo en esta semana podemos contabilizar: el paro
docente, la toma de decenas de facultades y la movilización de estudiantes y
trabajadores de la educación que tendrá lugar durante el día de hoy. Es por eso
y a partir de ese contexto, que la CGT llamó a un paro general para el 25 de
Septiembre.
Apretar
el acelerador o garantizar la gobernabilidad
Ante
este panorama es crucial que la izquierda con intención revolucionaria se ponga
a la cabeza de un plan de lucha que desemboque en el paro de la CGT,
convirtiéndolo en un nuevo 18 de Diciembre - para echar a Macri – a través de acciones
de lucha en todo el país. ¡Hay que convertir la jornada del 25 de setiembre en
un verdadero Paro Activo Nacional, con piquetes en los puentes, las cabeceras del
transporte y los principales parques industriales!
Para
eso es necesario que espacios como el Plenario del Sindicalismo Combativo - que
se reunión en el estadio de Lanús - garanticen este plan y le brinden un apoyo
activo a todas las luchas en curso. ¡Hoy, como nunca, están dadas las
condiciones para desbordar las medidas tibias de la burocracia sindical, que no
busca más que ayudar al gobierno a pasar la tormenta y llegar al 2019!
Hoy
por hoy existen condiciones más que favorables para construir una nueva
dirección del movimiento obrero, que sea legítima expresión de los más honesto
y combativo de la vanguardia. Para eso será necesario pasar por encima de las
viejas estructuras en las que está enquistada la burocracia, para profundizar
la metodología de la democracia directa que surge en cada una de las asambleas
de base y promoviendo la independencia de la clase trabajadora de todo proyecto
político patronal. ¡Es hora de que los trabajadores demos los pasos necesarios
para decidir nuestro propio futuro!
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